Quedó desvelada la leyenda negra de Sor Juana, en la FLH, 2010
Boletín ISC No. 373 / 12 de noviembre / 2010: Año del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución
Soriano es escritor independiente, poeta, biógrafo y crítico egresado de la facultad de Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México y sin duda, su aportación al mundo de las letras tiene prioridad en los asuntos de Sor Juana.
Explicó que la leyenda de una mujer de pensamiento oprimido, de manipulación por parte del poder eclesiástico y de mártir de las letras, tiene muchas versiones, incluso por parte del también escritor Octavio Paz; sin embargo, las investigaciones que ha realizado han tomado un camino distinto por completo de lo que se conocía hasta hace pocos años.
En el 2004, señaló, se publicaron dos artículos que cambian el rumbo de lo que tradicionalmente se conocía sobre las consecuencias de la inquietud de Sor Juana como estudiosa, ensayista, lectora y también respecto a las pocas o muchas relaciones que pudo tener con las altas esferas sociales, políticas y eclesiásticas.
Negó el mito de que alguna vez la poeta mexicana fue perseguida por la Inquisición, así como también el hecho de que el obispo de Puebla (Don Manuel Fernández de Santa Cruz) obstaculizara su desarrollo intelectual una vez que se publicara lo que a la fecha se conoce como Carta Atenagórica y que es una crítica de la religiosa al sermón del padre Antonio Vieira respecto a “las finuras del amor de Cristo”.
Esta crítica, o ensayo, se reprodujo, distribuyó y publicó haciendo eco y generando polémica hasta la actualidad, haciendo crecer el mito de que Sor Juana fue perseguida por expresar “abiertamente” su forma de pensar y cuestionada por su deseo de estudiar.
Al respecto, el conferenciante invitado para la noche del viernes aclaró que ella no fue perseguida por nadie importante, si acaso por un par de locos que ni siquiera tuvieron el valor de dar la cara y sí, por el contrario, se valieron de un pseudónimo para intentar afectarla.
Tras años de investigación y estudio, Soriano dijo que se ha demostrado que el obispo de Puebla publicó la carta de Juana por estar orgulloso de ella y como una muestra de entrañable amistad y de que a la par, los jerarcas de la iglesia estaban de su lado.
Enfatizó que “quien creyó que los clérigos querían silenciar a sor Juana están completamente equivocados, pues ellos estaban de acuerdo en que llegó el momento en que ella debía de dar frutos maduros en vez de flores”, sin embargo, provocaron un gran desaguisado en su historia, más no así en lo interesante de su obra, de la que por la naturaleza de su encierro se desconocen fechas, anécdotas y en algunos casos, nombres de personajes que podrían enriquecer a quien es de por sí, toda una leyenda.