Presentación del libro La creación como catarsis, de Ismael Lares
Boletín ISC No. 359 / 5 de diciembre / 2014:Austeridad, transparencia y buen gobierno
Abigael Bohórquez (Caborca, Sonora, 1936-1995): el poeta incordio que causa resquemor, el señalado y exiliado por su abierta homosexualidad en una tierra de vaqueros, el desobediente del sistema, el ninguneado por la mafia de la poesía nacional, el condenado al olvido; es también el poeta congruente, el comprometido con la sociedad, el profundamente sensible ante la vida, el que decía lo que pensaba bajo cualquier circunstancia, alguien que estaría con nosotros protestando en las calles ante las injusticias diarias de este país.
En la última edición de Es tiempo de leer…, el programa que organiza el Instituto Sonorense de Cultura en la Plaza Hidalgo, se presentó el libro La creación como catarsis, de Ismael Lares, una obra que explora las circunstancias en la vida de Abigael Bohórquez, el poeta más importante de Sonora, a través de un conjunto de ensayos que buscan ser comprendidos y disfrutados por las nuevas generaciones.
Estuvieron presentes el autor duranguense y la maestra Ana Álvarez, para evocar la obra de Bohórquez; su constante uso de la palabra para denunciar, la relación de sus letras con la música, las palabras suyas que son también las de su pueblo y su cotidianeidad, y sobre todo, la profundización en su ubicación geográfica: el desierto.
Se proyectó también el documental La insumisa transparencia, cinta de Mónica Luna, que contiene imágenes de la familia del poeta y dramaturgo, de sus amigos, de su tierra, de las cosas que él veía, vivía y en las que se inspiraba, imágenes de él mismo: Abigael en una conferencia, Abigael sentado en una silla o en el piso, sosteniendo un cigarro o un vaso con agua, sus libros sobre una mesa, en un librero o en sus manos.
El autor de La creación como catarsis insistió en el desperdicio que se ha hecho de la obra de Bohórquez, ya que a pesar de ser el mejor poeta que ha dado el norte de México, dicho así por Efraín Huerta, fue condenado a la marginación y al olvido de aquella y de esta generación. Invitó entonces a la lectura, a la reflexión, al estudio, a la revaloración y difusión de su obra, acciones que Ana Álvarez denominaría como “justicia poética”.
“Prefiero ser poeta anónimo del siglo XX, que ser valorado en el próximo siglo XXI”, dijo el mismo Abigael en una entrevista.
Es tiempo de leer… regresará a compartir más obras y sus autores, en marzo de 2015.