Boletín ISC No. 109 / 11 de abril / 2014:Austeridad, transparencia y buen gobierno
Colaboración especial de Carlos Sánchez
El mundo que se vuelca sobre el escenario. Y hacer de la vida un camino lúdico para llegar a la felicidad.
Triciclo Rojo Danza Clown ofrece su coreografía Poeta de lavabo, en el marco de Un Desierto para la Danza, edición veintidós.
Los colores orquestan su presencia. Son los niños sobre las butacas quienes extienden el deseo de su mirada hacia los globos que sujetan con sus manos.
Apenas tercera llamada y ya los ojos de los espectadores se hacen más grandes. La aventura inicia y la disposición para encontrar, ídem.
Allá afuera donde también es el mundo, la otra vida, sus rutinas, la beligerancia es el tráfico y su urbanidad. Los semáforos que no concuerdan con las necesidades del peatón.
Aquí adentro donde es el arte, la danza, los cuerpos clown construyen un cuento de alegría, la persecución de los sueños olvidados. Para que retornen, para que nos salven de nuestros fantasmas que se apoderan de las almohadas.
Los personajes mueven sus cuerpos y los espectadores movemos la mirada. La imposibilidad desaparece ante las imágenes que se proyectan; ante las actuaciones de los personajes que ensamblan sus movimientos en ese mundo imaginario que de tanto verlo se vuelve realidad.
De la mano vamos juntos. Cargamos ese baúl donde las sorpresas se disponen. De pronto el mundo otra vez se nos viene encima. Una montaña para treparla. Vamos hacia ella. Desde arriba miramos y sentimos la ergonomía con nuestros cuerpos. Soñamos desde allí.
Los niños que somos todos queremos saberlo todo. ¿Por qué una almohada esconde tanto? ¿Dónde está la poesía? ¿Son las imágenes que se proyectan y pretenden hacernos soñar?
Ayer por la tarde el mundo se detuvo. O más bien se volcó al interior del Teatro de la Ciudad. Los niños desde allí capturaron para su memoria los movimientos de tres clowns. No sé si la maravilla les capturó a ellos. No sé si los envolvió un instante.
Ayer por la tarde yo hice un alto en la violencia que es la premura. En el teatro la coreografía fuimos todos. Sin espectador no hay obra. Hoy que amanece continúo intentándolo. El deseo de sentir.