Adriana Castaños: El cuerpo como un territorio social y un territorio de conocimiento
Boletín ISC No. 083 / 25 de marzo / 2014:Austeridad, transparencia y buen gobierno
Colaboración especial de Carlos Sánchez
Veintidós ediciones. El arte en el cuerpo. El soñar con los pies, parafraseando al cantautor Joaquín Sabina. La región presta y dispuesta a Un Desierto para la Danza.
Ya las coreografías se vislumbran, ya el programa circula, ya a la vuelta de los días las puertas de la danza se abrirán.
Adriana Castaños dirige producciones la lágrima. También y de nueva cuenta, hoy es anfitriona del festival dancístico de mayor relevancia en el país. Qué nuevas nos deparan en esta edición, por qué asistir y ver, sentir, degustar la danza. Aquí Adriana nos lo advierte:
--¿Adriana, por qué es tan buena la danza en Sonora?
--Porque yo creo que se dan las tres condiciones para que se haga: hay grupos artísticos, hay escuelas formativas y hay un festival que ha ido acompañando una producción grande, yo creo que el hecho de ver que se esté formando gente y que se produzca aquí esa combinación, es buena. Y además los artistas trabajan mucho en coordinación con las instituciones, se entiende para qué se trabaja. Yo creo que sin ese trinomio no hay público y si no hay público nada de esto funciona.
--Siempre el público responde a las convocatorias de la danza.
--En comparación con otros lugares, tenemos un super público, pero no solamente es la cantidad, sino un poco lo que dice Evoé Sotelo, el público aquí está acostumbrado a ver muchas propuestas distintas, no se asusta con la danza experimental, puede no gustarle, puede gustarle, pero hay para todos, me parece que ese es un acierto de la manera en que se organiza Un Desierto en el sentido de que cada año cambia de grupo anfitrión, que haya distintas versiones y que dentro de la misma hechura que hacemos de danza, haya diferentes visiones y se respeten.
--¿Qué es lo que más te emociona de esta edición?
--Ya lo decía en la presentación del programa, hablaba de que no hay una sino muchas danzas contemporáneas, tú lo sabes, has visto el Desierto casi las veintidós ediciones, junto con nosotros lo has recorrido, son puestas muy diferentes, pero hay una cosa que le caracteriza: la mayoría de los grupos ha dejado de lado la idea del movimiento estructurado armónicamente con la música como única opción para hacer danza y toman el cuerpo como un territorio social y un territorio de conocimiento. Me parece que en este Desierto nunca ha sido más aplicado el lema de Yvonne Rainer que dice “la mente es un músculo”, y creo que eso sería lo que caracterizaría al Desierto, o lo que dice Soren Kierkegaard: “la danza al servicio del pensamiento”.
--¿Por qué los espectadores tenemos que ver esta edición de Un Desierto para la Danza?, ¿por qué recomendarías que estemos presentes?
--Porque estos espacios son para reflexionar, para no estar de acuerdo, para que nos guste, para que no nos guste, para encontrarnos, para hablar y dialogar, son indispensables en estos momentos en el país. A mí me parece que son los espacios imprescindibles, los que se deben defender, que se deben cuidar, los que nos recuerdan que somos humanos.