Boletín ISC No. 151 / Junio 18 / 2013: Año de la salud, educación y deporte
Los días 14, 15 y 16 de junio se presentó en el Teatro Íntimo “Xicoténcatl Gutiérrez” de Casa de la Cultura, Muted: un preludio la cual para su autor Juan Carlos Hernández tiene la intención de hacernos “flexionar considerablemente nuestra actual manera de entender la vida y el arte, para ver qué resulta de ello, o dicho coloquialmente, para ver saltar la liebre (el problema, siempre el problema).
“Muted es una pieza de carácter ambiguo que explora el aspecto más indeseable de la realidad humana: el deseo de decir, de ser, de estar, de lograr a toda costa; el deseo de explotar el infinitivo sin llegar jamás a la saciedad. Paradoja: pensar en el silencio mientras se escuchan los ruidos de fondo de un espacio”.
Juan Carlos Hernández, originario de Nogales, Sonora, egresado de la Licenciatura en Artes Plásticas de la Unison, presentó esta pieza que carece de diálogos, actores y actrices; no hay un guión, en cambio, hay música, luces y oscuridad; hay silencios y una intimidad del espectador con el escenario que solo activando la función de “silencio” se puede lograr.
La música toma el papel principal en esta presentación, puesto que al jugar con la iluminación, el ritmo e intensidad de la música, la imaginación de cada espectador va creando su propia historia y su interpretación.
Cabe destacar que para la realización de la música contó con el apoyo del contrabajista Francisco Jaime quien se encargó de idear e interpretar (en gran medida a través de la improvisación) la primera parte de la pista de audio, y del oboísta Edson Calderón quien ejecutó la segunda parte. Su trabajo consistió en interpretar, al corno inglés, música escrita para dicho instrumento por el compositor Richard Wagner en su ópera Tristán e Isolda. Se trata de una sección del preludio al acto tercero.
Muted se presentará próximamente en teatros de las ciudades de Nogales y Agua Prieta; Guadalajara y Aguascalientes.
“Uno de los aspectos más inquietantes de la realidad humana es la imposibilidad de lograr un silencio perfecto. Tal silencio es impracticable incluso para los muertos, puesto que aún nos hablan desde la tumba. Muted enfatiza imágenes del actuar y del pensar humanos, ya que presenta, a manera de suceso, instantáneas de un espacio en el que, a pesar del silencio (el silencio de un teatro como espacio de representación) se puede obtener una experiencia estética. Muted es una selección de afanes y parloteos hechos música; un desorden general que es acallado y sucedido por un orden específico, es decir, otro posible desorden. Activar la función “mute” es silenciar, pero no totalmente; aún en dicha función de aparente silencio, la entidad o sistema en cuestión (para este efecto, el espacio teatral) no deja de funcionar, y hasta es posible escuchar el ruido de su operación”.