Chacón regresa a México, recibirá medalla Ortiz Tirado
Excelsior.com.mx
CIUDAD DE MÉXICO, 22 de enero.- La agenda está llena, ahora mismo se encuentra en Munich, Alemania, donde canta el papel de Pinkerton de Madame Butterfly con la Bayerische Staatsoper (Ópera Estatal de Baviera). La estancia de descanso en la playa –junto a su esposa e hijo– deberán seguir esperando. Arturo Chacón Cruz tiene 34 años y este año cumplió uno de sus más grandes sueños: convertirse en el quinto mexicano en subir al escenario de la Scala de Milán.
El tenor se da una pausa y desde la Black-Berry habla para Excélsior. En días próximos tendrá una breve estancia en México, regresará a Sonora, su tierra natal, para recibir la Medalla Alfonso Ortiz Tirado, que concede el festival del mismo nombre y que se realizará en la ciudad de Álamos del 25 de enero al 2 de febrero.
¿Qué representa obtener la Medalla Alfonso Ortiz Tirado?
Es un gran honor y un orgullo para mí –siendo sonorense– recibir este reconocimiento tan importante y tan significativo en el rubro artístico.
¿Usted comenzó muy pequeñito a cantar música vernácula mexicana, qué recuerda de ello, cuánto influyó esa experiencia para convertirse en cantante de ópera?
Recuerdo como si fuera ayer, cantar en festivales locales, y en el coro de la iglesia, coro y estudiantina de mi primaria. Esto me enseñó a apreciar la música popular y también dio la posibilidad de aprender a tocar la guitarra, lo que me facilitó aprender nuevo repertorio y descubrir canciones viejitas mexicanas. Cuando mi primer maestro de canto, Jesús Lee, me dijo “tienes posibilidades en tu voz para convertirte en un cantante de ópera”, la inquietud y el gusto por la música se multiplicaron. Definitivamente creo que el haber cantado música vernácula me abrió las puertas al canto lírico.
¿Cuánto le debe a Placido Domingo, él es su principal maestro?
A don Plácido le debo muchísimo. Ha sido además de un amigo, una inspiración y un ejemplo a seguir, un gran mecenas y mentor para mi carrera y para mí en lo personal. Desde los cimientos de mis estudios estuvo presente apoyándome económicamente así como moralmente con sus consejos y ejemplos. Su esposa, doña Marta, igualmente nos ha dado consejos muy valiosos a mí y a mi mujer, con respecto a la familia y a la carrera profesional.
Tengo la gran fortuna de ser un gran amigo también del gran tenor Ramón Vargas, quien por ocho años ha sido mi maestro. Tengo la suerte de estar rodeado de gente muy generosa y buena, que cree en mi talento y en mi persona.
Edgardo, Rodolfo… ¿En cuál de todos los papeles que ha hecho se siente más cómodo?
Me encanta el papel de Hoffmann, de los Cuentos de Hoffmann de Offenbach. Es un personaje muy complejo y vocal/musicalmente, representa un reto muy importante. Claro, que todos mis papeles me gustan mucho, cada uno a su momento me “enchina” la piel. Ahora me estoy enfrentando con varios papeles verdianos, que representan una etapa más madura en mi vida y carrera y eso me llena de emoción.
Capacidad dramática o técnica vocal, ¿Qué es lo más importante para usted a la hora de subirse a un escenario?
Equilibrio entre las dos, creo, sería lo ideal. La técnica es algo con lo que trabajamos a diario por mejorar, ya que capacidad dramática por sí sola nunca te da una carrera longeva. Como artista es mi labor que el público salga del espectáculo con el corazón satisfecho y el alma inspirada. Creo que saber cantar bien me permite entregarme al personaje de lleno sin preocuparme tanto por lo técnico.
¿Aún siente nervios a la hora de subirse al escenario?
Los nervios me llegan un poco antes de salir a escena, pero justo al subir me llega la paz y la concentración que me permiten cantar y actuar con la emoción necesaria, no con los nervios.
¿Qué diferencia hay entre el público mexicano y el europeo?
El público mexicano es muy generoso y vive la ópera como pocos. Europa tiene muchos tipos de público, pero el mexicano se compara, en mi opinión, con el público español o el italiano del sur, por su calidez.
Ramón Vargas ha hablado de la necesidad en que se ven los cantantes de viajar a otros países para encontrar oportunidades que México no ofrece, ¿cuál es su experiencia?
Creo que es necesario salir de México, para sobresalir, incluso en México. Es como todo, si el Chicharito (Javier Hernández) no hubiera salido del país, no lo apreciaríamos igualmente. Salir de México nos proporciona la experiencia, la variedad de directores de escena y de orquesta, los coaches, etc. México puede ofrecer más, claro, mucho más, pero pienso que es muy difícil convertirse en una estrella internacional con lo que ofrece hasta ahora.
¿Cómo es tratada una voz mexicana en el extranjero? Ahora hay muchas voces brillando fuera.
Pertenezco a una generación que ha tenido muy buena instrucción y también el apoyo de grandes cantantes, como Plácido Domingo, Ramón Vargas y Francisco Araiza. Ellos “abrieron brecha” para nosotros y nos indicaron más o menos el camino a seguir. Claro, son tiempos muy duros para toda la música clásica, pero vamos con nuestras raíces como apoyo y con muchas ganas, sobresaliendo internacionalmente, cantando como sólo el mexicano sabe: con alma, corazón y mucha pasión.
Siendo México un país con tradición en la ópera, ¿qué la detiene en este momento?
Pienso que la falta de publicidad, falta de eventos masivos que se ofrezcan al público que nunca ha vivido la ópera. Falta también dinero, porque cuando hay crisis, erróneamente, lo primero que recortan es el arte. Debería ser lo primero que apoyaran, ya que un pueblo culto es exitoso.
¿Cómo puede impulsarse la carrera de los jóvenes cantantes en México?
Tienen que reinventar la manera de ofrecer sus servicios, usar la tecnología para llegar a más gente. Pero a fin de cuentas, una carrera exitosa, en mi opinión, es una que tiene mucha disciplina y preparación, son necesarios para enfrentar los “grandes” retos que llegan a corto y largo plazo.
Usted es el quinto mexicano en subir al escenario de la Scala de Milán, ¿Cómo fue esta experiencia?
Un sueño hecho realidad. Una experiencia que jamás olvidaré, estar en el escenario lírico más importante del mundo, respirar ese aire, sentir el calor de ese público tan exigente... y tener allí a mi familia, bueno, no puedo describir la sensación.
¿Cómo cantante, cuál es el siguiente objetivo en su carrera, hasta dónde le gustaría llegar?
Mi objetivo es mantener el ritmo que llevo y hacerlo de manera sana e inteligente. Debutar los próximos papeles con la disciplina que tanto profeso para que sea una carrera larga, productiva y feliz.
¿Sus planes en el futuro cercano?
Profesionalmente estoy muy satisfecho. Tengo la agenda llena de papeles y conciertos muy emocionantes como una gira en Japón, Europa, EU, entre muchas cosas más. Mi familia y yo necesitamos unas dos semanas de vacaciones... mis planes incluyen disfrutar con mi esposa y mi hijo un tiempo en la playa en cuanto mi agenda nos lo permita.