Gerardo Montiel Klint: Primeros apuntes para una teoría del infierno Por: J. P. Floyd
El erotismo, la pulsión, el estremecimiento, la violencia, el desencanto, la otredad, son las vivencias que plasma Gerardo Montiel Klint en su exposición Primeros apuntes para una teoría del infierno, hoy, miércoles 26 de septiembre a las 18:00 horas, el autor estará presente para guiarnos por este trabajo que se exhibe en la Galería Eusebio Kino de Casa de la Cultura de Sonora, como parte del Festival Fotoseptiembre Sonora.
“A través de mi producción fotográfica que considero auto-referencial he ido cimentando mi propia iconografía, en la que hay una obsesión por modificar y superar la realidad preexistente con temas recurrentes pero entrelazados entre sí, tales como inconsciente, filosofía, alquimia, simbolismo, muerte, literatura, pintura y fotografía. He buscado evocar mundos imaginarios para recuperar mi capacidad de asombro en donde se perciba la búsqueda del sentido del ser. Esta cosmogonía sólo se explica porque asume un choque de fuerzas tales como belleza y fealdad. Busco proyectar un trasfondo maniqueo: donde bien y mal conviven, sin embargo no es sencillo distinguir entre los dos, en la aparente fealdad de lo malo subyace el carácter meditativo del espíritu religioso. Tras la belleza estética de la imagen, subyace la representación de la tragedia como punto de partida, o estados irrepetibles que conforman nuestro camino hacia la iluminación de nuestra oscura mitad del alma”.
Gerardo Montiel Klint (México D. F. 1968). Ha sido miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte, Fonca (2003 y 2010). Entre los múltiples reconocimientos que ha recibido se encuentra el Premio de Adquisición de la XI y XIII Bienal de Fotografía (México), así como la Medalla de Plata Bellas Artes México 2008.
Ha realizado exposiciones individuales y colectivas en México, Estados Unidos, Francia, España, Italia, Brasil, Argentina, Colombia, Hungría, Japón y China. Docente, tallerista y tutor especializado en fotografía contemporánea.
Actualmente su obra se expone dentro del Festival Fotoseptiembre Sonora 2012 en la Galería Eusebio Francisco Kino de Casa de la Cultura de Sonora en Hermosillo.
¿Te consideras artista contemporáneo o de qué manera te defines como fotógrafo?
Se ha abusado de la palabra artista. Ahora hasta los actores de Televisa son artistas…Yo estoy convencido que son muy pocos los verdaderos artistas y sólo son aquellos que logran transformar la conciencia o experiencia vivencial del ser humano.
El ser un artista se gana ante la percepción de la gente y no se pone uno mismo esa envestidura. No, desde luego que no me considero un artista, ni pretendo serlo. Me considero un creador de imágenes que utiliza la fotografía como un medio en el aquí y el ahora. Un fotógrafo autoral, al que le ha interesado explorar el inconsciente. Si tuviera que catalogarme diría que soy un fotógrafo que hace puesta en escena narrativo/psicológica.
¿Cuál es tu objetivo como fotógrafo?
Transformarme a mí mismo, explorar visualmente ideas, conflictos, certezas, y aprender durante el proceso.
¿Te interesa y preocupa la realidad como algo concreto o sólo tratas de presentar mundos-personajes alternos?
Las representaciones ficticias a veces son más realistas y efectivas para proyectar una idea del mundo real. No creo en la ficción como una ocurrencia. La entiendo como un mensaje cifrado dirigido a quien desee descifrarlo. Me gusta pensar que la realidad se puede magnificar a partir de la ficción.
Para realizar una obra como la tuya debes tener una base filosófica fuerte, una concepción muy desarrollada del individuo y su interior ¿O no es así?
O estar muy consciente de tu entorno, querer explorar visualmente ciertas preocupaciones y buscar respuestas a preguntas atávicas: quién soy, qué hago aquí, cuál es mi propósito en la vida, cuál es el sentido de existir, existe la verdad, existe algo superior, etc.
Eso no creo que sea una concepción desarrollada, en eso andamos desde que pintábamos en las cavernas y seguimos sin encontrar la respuesta absoluta, o siquiera parcial. En eso radica parte de la fascinación del pensamiento humano.
¿Tu obra tiene relación con algún otro medio (la narrativa del cine o la literatura negra por ejemplo)?
Siempre he creído que mis fotos (sólo) son fotos, no obra. Y claro que tengo mucha influencia de otros medios básicamente de la literatura, la filosofía de vida, del día a día, la psique, la pintura y creo que mayormente lo autobiográfico. Como afirmaba el psicoanalista mexicano Santiago Ramírez: infancia es destino.
¿Qué elementos entiendes como constantes en tu trabajo?
El conflicto, el acto fallido, la enfermedad, la muerte, el lado oculto del inconsciente, de todo lo que estamos hechos pero que socialmente domamos por salud mental.
¿Personalmente cómo te sientes en relación al trabajo que haces?
Siempre en la búsqueda de sorprenderme, emocionarme y también de reconocerme (cuando me equivoco y no funcionan las cosas que hago).
¿Tienes idea de hacia dónde se dirige tu fotografía o no piensas en ello?
Mis fotos son una extensión de quién soy como persona, entonces van mutando mis expectativas fotográficas, de la manera en que voy cambiando con la edad y la experiencia. Con sus paréntesis, obsesiones, pulsiones, temores, etc.
En tu caso ¿Cómo es el proceso creativo? ¿Cuánto tardas en desarrollar una serie?
Antes hacia varias series al mismo tiempo, leía muchas temáticas al mismo tiempo y terminaba la serie en meses o quizás un año. Las últimas dos series les he dedicado al menos tres años, soy más reflexivo, produzco menos que antes pero soy más certero en los resultados que busco.
¿Tienes una serie o etapa en tu desarrollo que sea la preferida?
Siempre en la que estoy trabajando en ese momento. Por ahora es en esta serie que presento en Hermosillo. Siento que soy otro al ver esas imágenes y eso me gusta. El tener la capacidad de reinventarse y todo lo que implica dejar de ser quien eras antes. Como la vida ¿No?
¿Qué tema planteas en "Primeros apuntes para una teoría del infierno"?
El erotismo, la pulsión, el estremecimiento, la violencia, el desencanto, la otredad (como planteaba Freud). Todo tratado a partir del México que me ha tocado vivir estos últimos años.
Al reinventarte ¿Qué has dejado de ti que estaba en los trabajos anteriores? ¿Qué parte nueva surge?
Mientras en los trabajos anteriores existían albercas de luz como yo las denomino, o luces puntuales que iluminaban a los sujetos dentro de la oscuridad, en esta nueva serie sólo existe penumbra, no hay posibilidad de luz (simbólica), ésta es abolida por completo. Son seres y situaciones de sombra, de penumbra... de sombra. Parece que perdí la esperanza por la iluminación espiritual.
¿Influido por el contexto del país o la desarrollas por cuestión meramente personal?
Tu entorno te envuelve, te estremece, te desencaja o te seduce, México es mi país de residencia y todo lo que sucede aquí reverbera no sílo en mí, sino en todos los que lo habitamos.
¿Por qué has elegido este título que puede ser sugerente y para una serie además que desde la imagen es también sugerente?
Porque me gustan los títulos largos, sugerentes y evocadores. Que dicen todo y a la vez no dicen nada, que se prestan para imaginar contenidos y no cierran lecturas.
¿Cuál es tu opinión sobre la fotografía en México?
Emocionante y muy poderosa: visceral, poética, contundente, clásica; con muchos autores interesantes… ahora nos falta la infraestructura de libros y recopilaciones sistemáticas para conocerlos.
¿Tus fotógrafos favoritos?
Es por épocas, ahora me gustan mucho Lele Saveri, Raphael Dallaporta, Andreas Gursky, Ali Mahdavi, Steven Meisel, Eugenio Recuenco, Peter Lindbergh. Los mexicanos: Marco Antonio Pacheco, Emilio Amero, Semo, Ana Casas, Maya Goded, Kenia Narez, Marco Antonio Cruz... me gusta mucho lo que hace mi hermano Fernando.