Hasta el día de hoy, Ópera Diva ha sido el más conmovedor concierto en el Festival Cultural Alfonso Ortiz Tirado. Desde ya, el término Diva se aplica perfectamente a estas dos jóvenes cantantes, ya con una importante carrera en el ámbito operístico nacional.
Leticia de Altamirano debutó en 2007 en el Palacio de Bellas Artes cantando el papel de Sor Constanza en la ópera Diálogo de Carmelitas de Francis Poulenc y fue ganadora del Concurso Ópera Prima, además de haber logrado el tercer lugar en el Concurso de Canto Carlo Morelli y dos premios especiales en el Concurso Internacional de Canto Sinaloa.
El año pasado cantó La hija del regimiento de Gaetano Donizetti en el Palacio de Bellas Artes teniendo un gran éxito y ha compartido el escenario con figuras de la talla de Ramón Vargas y María Luisa Tamez.
Por su parte, Cassandra Zoé, hizo su debut en Bellas Artes el pasado mes de diciembre al interpretar el rol de Lola en Cavalleria rusticana de Pietro Mascagni y en el Palacio de las Artes de Bruselas, cantando el Réquiem de Verdi, además de presentaciones en los foros más importantes de México. Ha ganado los concursos de canto, Carlo Morelli e Internacional de Sinaloa.
Ayer, escuchamos un concierto de altísima calidad, tanto por las voces privilegiadas de Leticia y Cassandra, así como por la tercera voz, el acompañamiento al piano, consumado, de Ángel Rodríguez, artista ya conocido en Álamos y maestro acompañante de cantantes como Rolando Villazón, Ramón Vargas, Javier Camarena, María Alejandres, Arturo Chacón, Alfredo Daza y Rosario Andrade, por mencionar sólo algunos.
Para abrir boca, interpretaron el dúo de Lakmé de Léo Delibes que fue recibido con calurosos aplausos, aunque todavía faltaba lo mejor.
Vinieron las piezas de Scarlatti y Haendel, para que juntas nos deleitaran después con la Barcarola de Los cuentos de Hoffmann, elegantemente dicha.
Cassandra mostró en el aria de La cenicienta de Rossini, por qué es considerada una intérprete ideal en este repertorio; Leticia nos dio una conmovedora interpretación del aria del veneno de Romeo y Julieta de Charles Gounod y concluyó la primera parte del concierto con el dúo “Mira, o Norma” de la ópera de Bellini.
El dúo de los gatos de Rossini, abrió la segunda parte, que divirtió enormemente a la audiencia y dio paso a dos canciones italianas, Rossini y Verdi, respectivamente, para cerrar con tres selecciones de zarzuela, Don Gil de Alcalá, El barberillo de Lavapiés y La hijas del Zebedeo.
Nos regalaron dos canciones mexicanas y el público las aplaudió de pie.
Concierto como este no sólo reanima el espíritu artístico del Festival Cultural Alfonso Ortiz Tirado, sino muestra a través de él, el máximo talento joven con que cuenta la ópera en la actualidad, en México, y para el mundo.